México enfrenta una crisis de seguridad alarmante, con siete de sus ciudades ubicadas entre las diez más peligrosas del mundo, según el informe anual del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Este ranking se elabora considerando la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes en localidades con más de 300,000 residentes.
Las ciudades mexicanas en el top 10 mundial son:
1. Colima, Colima: Con una tasa de 126.95 homicidios por cada 100,000 habitantes, esta ciudad ha experimentado un incremento significativo en la violencia, atribuida en gran medida a disputas entre cárteles del narcotráfico.
2. Acapulco, Guerrero: Este popular destino turístico registra 102.28 homicidios por cada 100,000 habitantes, manteniéndose en los primeros lugares de violencia debido a conflictos entre grupos criminales.
3. Manzanillo, Colima: Con una tasa de 92.17 homicidios, este importante puerto ha sido escenario de enfrentamientos entre organizaciones delictivas que buscan controlar las rutas de tráfico.
4. Tijuana, Baja California: Frontera clave con Estados Unidos, presenta una tasa de 91.35 homicidios, influenciada por la lucha entre cárteles por el control del narcotráfico y otros delitos.
5. Ciudad Obregón, Sonora: Registra 89.20 homicidios, afectada por conflictos entre grupos criminales locales y la presencia de actividades ilícitas.
6. Celaya, Guanajuato: Con una tasa elevada de homicidios, esta ciudad ha sido impactada por la violencia relacionada con el robo de combustible y enfrentamientos entre cárteles.
7. Zamora, Michoacán: Presenta una alta incidencia de homicidios, resultado de disputas territoriales entre organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico y otras actividades ilícitas.
En total, 20 ciudades mexicanas se encuentran entre las 50 más violentas del mundo, lo que refleja una problemática de seguridad que afecta a diversas regiones del país. Factores como la impunidad, la corrupción y la presencia dominante del crimen organizado contribuyen a esta situación crítica.
Organizaciones internacionales, como Human Rights Watch, han señalado que nueve de cada diez homicidios en México no son castigados, evidenciando la ineficacia del sistema de justicia penal y la necesidad urgente de reformas estructurales. La concentración de la violencia en áreas específicas subraya la importancia de implementar estrategias focalizadas para combatir la delincuencia y proteger a la población civil.