La reciente muerte del Papa Francisco ha reavivado el interés en una antigua profecía atribuida a Nostradamus, el astrólogo francés del siglo XVI, que menciona la llegada de un “Papa Negro” como preludio del fin del mundo.
La profecía de Nostradamus
En su obra “Las profecías”, Nostradamus escribió:
“Primero vendrá un Papa extranjero, luego un Papa viejo y, finalmente, un Papa negro, y con él, el fin del mundo”.
Esta cuarteta ha sido interpretada de diversas maneras. Algunos creen que se refiere a la elección de un pontífice de origen africano, mientras que otros sugieren que “negro” alude al color de los hábitos de ciertas órdenes religiosas, como los jesuitas.
Candidatos africanos al papado
En el actual cónclave, dos cardenales africanos se perfilan como posibles sucesores de Francisco:
Peter Turkson (Ghana, 76 años): reconocido por su labor en temas sociales y ecológicos. Robert Sarah (Guinea, 79 años): conocido por sus posturas conservadoras dentro de la Iglesia.
La elección de alguno de ellos podría ser vista por algunos como el cumplimiento de la profecía de Nostradamus.
Interpretaciones y escepticismo
Es importante señalar que las profecías de Nostradamus son ambiguas y han sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo de los siglos. La Iglesia Católica no reconoce estas predicciones como válidas y enfatiza que la elección del Papa es guiada por el Espíritu Santo y las deliberaciones del Colegio Cardenalicio.
Además, la Biblia no contiene referencias específicas a un “Papa Negro” ni a profecías sobre la sucesión papal en estos términos.
Mientras el mundo espera la elección del nuevo Papa, es natural que surjan especulaciones y teorías basadas en antiguas profecías. Sin embargo, la elección del líder de la Iglesia Católica se basa en criterios espirituales y pastorales, y no en predicciones apocalípticas.